Dermatitis atópica: cuidados y recomendaciones
Los objetivos del tratamiento son reducir los síntomas (prurito e inflamación) y prevenir las exacerbaciones. Las modalidades de tratamiento estándar para el tratamiento de los pacientes se centran en dos aspectos básicos:
El uso de preparados antiinflamatorios que deben prescribirse bajo orden y supervisión del médico.
La humectación y cuidados de la piel (también llamadas medidas no farmacológicas) que los pacientes deben seguir para optimizar los resultados del tratamiento.
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CUIDADOS DE LA PIEL
Los cuidados de la piel son importantes medidas que se deben adoptar para evitar brotes y llevar un control de la enfermedad. Estas son las recomendaciones que se sugieren en todos los pacientes con diagnóstico de dermatitis atópica:
1. Tratar y limpiar la piel diariamente: La rutina de higiene es fundamental para mantener una piel saludable. Preferiblemente utilizar productos para pieles sensibles que ayuden a nutrir y proteger la barrera cutánea de la piel. Se recomiendan los baños de agua tibia (ni muy fría, ni muy caliente) ya que puede agravar la inflamación. Los baños deben ser cortos y durar máximo 10 minutos. Utilizar un jabón muy suave (jabón de bebé o limpiadores sin detergente), utilizándolos únicamente en axilas, genitales y pies.
2. Secar la piel con cuidado: Lo más aconsejable es utilizar toallas de algodón y sin frotar para evitar dañar e irritar las zonas afectadas, por esta misma razón están prohibidos el uso de utensilios abrasivos en el baño como esponjas, estropajos, cepillos y exfoliantes.
3. Aplicar una crema hidratante adecuada: Las pieles con dermatitis atópicas se caracterizan por estar muy secas. Las cremas emolientes aportan la cantidad de nutrientes necesarios a la piel. Es muy importante la hidratación de la piel luego del baño y antes de acostarse a dormir en la noche.
4. Usar una protección solar indicado para pieles sensibles: Es muy importante proteger la piel de los rayos del sol durante todo el año además de hacer especial atención a las zonas más sensibles.
5. Abrigarnos en exceso puede ser contraproducente: Especialmente a los niños se trata por todos los medios de abrigarles principalmente en climas fríos. En muchas ocasiones, acaban sudando y esto empeora los síntomas. También luego de una actividad física o deportiva, con el calor y el sudor empeoran los síntomas por la misma razón, por lo que se recomienda posterior a la actividad física realizar una ducha de agua tibia e hidratar la piel.
6. Evitar el roce de las prendas sintéticas: Se recomienda elegir prendas de algodón y evitar los sintéticos (licras, poliéster, nylon, etc) y las lanas que tienden a provocar reacciones alérgicas en la piel. Además, a la hora de lavarlos, se aconseja un doble aclarado para eliminar totalmente los restos de detergentes. No se recomienda el uso de suavizantes.
7. No se prohíben las mascotas: Si bien algunas personas pueden ser alérgicas a los pelos de los animales, no es necesario deshacerse de las mascotas. Se recomiendan que ellas no ingresen a las habitaciones y no se suban a la cama del paciente.
8. No se prohíbe oficialmente ningún alimento: aunque algunos de ellos se han relacionado con exacerbaciones de los brotes. Solamente se retiran cuando es clara la asociación entre el alimento y el empeoramiento o está claramente identificado en pruebas de alergología.
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En conclusión, la dermatitis atópica es una enfermedad dermatológica que puede afectar de forma importante la calidad de vida de los pacientes y sus familiares. Aunque existen muchas alternativas farmacológicas para el tratamiento de esta enfermedad, el dermatólogo requiere del compromiso y adherencia del paciente o los cuidadores para realizar diariamente los cuidados de la piel. Estas medidas no farmacológicas han demostrado ser de gran ayuda a la hora de mejorar el curso y los síntomas de la enfermedad.
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