Cuidados de la piel en vacaciones
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1. ¿Qué llevar?
Cuando viajas, probablemente no quieres llevar todo tu arsenal. Y aunque debemos mantener nuestra rutina lo más parecido a lo que es regularmente (sobre todo si viene funcionando de maravilla) debemos enfocarnos en los esenciales, cuidando el riesgo de empeorar “la condición de base” que podamos tener. Para ello, muchas compañías han sacado a la venta versiones de sus productos “en tamaño viajero”. Así, no alteraremos el peso de tu maleta y tendrás la posibilidad de llevar tus productos de cuidado persona como como maleta de mano y sin necesidad de envasar en frasquitos pequeños, corriendo el riesgo de no recordar su contenido. Si tu producto no está en versión miniatura, puedes envasarlo, pero recuerda marcarlos.
Una gran idea es simplificar al máximo. Por ejemplo, el agua micelar es una gran idea porque cumple la función de limpiar impurezas, oleosidad acumulada, retirar el maquillaje e hidratar sin irritarte. Un “todo en uno” que podrá ahorrarte mucho espacio y tiempo en la limpieza.
De este modo, lo básico para llevar en viajes cortos sería: agua micelar, humectante y protector solar.
2. ¿Que no llevar?
Evita empacar productos que no sean indispensables como mascarillas, cepillos, exfoliantes y parches para los ojos.
Por otra parte, recuerda que los aerosoles no sólo son dañinos para el medio ambiente, sino también están prohibidos en las maletas de manos en los aviones.
3. Rutina en todo sentido.
Recuerda que tu piel es el reflejo de muchas cosas en tu vida. Así que debes continuar con tu rutina de ejercicio, sueño adecuado, alcohol con moderación y alimentación balanceada el mayor tiempo posible.
4. ¿Recorridos largos?
El aire acondicionado de los carros y autobuses, así como las cabinas presurizadas de los aviones, pueden resecar mucho nuestra piel. Te sugerimos que el día de tu viaje limites tu rutina a una buena cantidad de humectante y protector solar.
5. SPF, SPF y SPF.
Estemos en el Nevado del Ruiz o en las playas de Palomino, los protectores solar facial y corporal, son indispensables. El SPF (o factor de protección solar con sus siglas en inglés) debe ser entre 30 y 50. Su re-aplicación debe hacerse cada 2 horas si estamos bajo el sol (jugando voleibol o haciendo castillos de arena), o cada 4 horas si estamos debajo de un techo.
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6. ¿Qué comprar?
Si planeas realizar tus compras en un centro comercial, ten cuidado con lo que recomiendan las redes.
Tendrás tendencia a comprar productos de moda novedosos.
Para esto, dos puntos a tener en cuenta:
Si es el adecuado para ti, recuerda que es necesario tener constancia por al menos 3 meses para ver resultados y aún más tiempo para mantenerlos. Así que debe haber la posibilidad de conseguirlos cuando estos se acaben y que lleguen a tu casa cuando regreses de tus vacaciones.
Tu rutina debe estar siempre orientada por un especialista.
7. ¿Qué no usar?
En caso de que tengas piel muy sensible, aléjate de los jabones de los hoteles, que usualmente tienden a resecar más la piel. Esto mismo, con las cremas llenas de fragancia.
Evita los aceites bronceadores y esas protecciones “SPF 4 u 8” que son la fórmula perfecta para generar efectos de fotodaño (arrugas, poros abiertos y manchas o pecas).
Si tienes más dudas, puedes hablar con la Dra. Nathalia Mateus o nuestros otros doc-docs en cualquier momento a través de doc-doc.
Ahora solo queda un consejo más: Disfruta estas merecidas vacaciones. El descanso también tiene un impacto enorme sobre tu piel.
Y no te preocupes, si llegas a tener alergias o a presentar irritación, siempre tendrás a la mano un chat con nuestro equipo de especialistas en doc doc.
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